El intendente de Valle Viejo, Gustavo “Gallo” Jalile denunció penalmente a tres personas: Luis “Calito” Robledo, María Angélica Carrizo y Diego “Kily” Varela -a dos de los cuales identificó como trabajadores del municipio- por privación ilegítima de la libertad y amenazas de muerte. De lo mismo también acusaron los hijos de Jalile, quiénes hace no más de dos semanas habían tenido un altercado con la familia de Sebastián Lencina, el ex de una de las hijas de Jalile.
La denuncia expone que el 23 de diciembre del 2015, cuando los trabajadores realizaron la protestas motivadas por el cese de la relación laboral con el municipio chacarero, “dentro (de la municipalidad) se encontraban exfuncionarios muncipales y otras personas ajenas” a la comuna.
Éstos “causaron diferentes tipos de daños” indica la exposición, aunque no pudieron ser precisados en su totalidad por lo cual anticiparon una denuncia una vez llegado el informe pertinente.
En los hechos detallados, Jalile relató que se encontraba en la oficina de la intendencia y se vio “privado ilegítimamente” de su libertad. “Me sentía fuertemente atemorizado y con gran preocupación por los daños y atropellos que se cometían” en el palacio municipal, relata el documento.
“Cuando llegado a la puerta de acceso del edificio, Robledo junto a Carrizo quien resultaría empleada municipal, siendo parte de la toma de la toma, eran secundados por personas encapuchadas” prosigue la acusación.
“Me increparon impidiéndome movilidad y Robledo me dijo `te vamos a cagar matando a vos hijo de puta y a tu hijo´ (sic)” intentando agredirlo físicamente, lo que motivó a su vez que busque refugio en el despacho de la intendencia junto a otros funcionarios.
“Carrizo, quien se encontraba dentro del edifico, continuaba profiriendo amenazas del mismo tenor” señala Jalile, agregando que “detrás de estas personas se encontraba otro, que resulta ser empleado municipal de apellido Varela” quien “también profería amenazas manifestando `Si nos dejás sin laburo te voy a cagar matando´”.
Una de las pruebas aportadas a la causa es la captura de pantalla de una cuenta de Facebook con “un mensaje intimidatorio en donde se exhibía una fotografía con un arma de fuego cuyo título manifestaba `Kily no quiere nada de palas ni sables, entendieron jejeje´”. Al parecer, según consta en la denuncia, “se trata de un arma de 9 mm reglamentaria de las
fuerzas policiales”.
En la misma exposición, remarcan que la pareja de este individuo, “según averiguaciones realizas, sería numeraria de la Policía de la provincia por lo cual podría resultar el arma que se exhibía en la publicación y que, según dichos de testigos en el día de la toma del municipio, él se encontraba portando”.
Esta situación “ha causado un gran temor en mi persona y a la fecha, causa temor en mi familia” alude la denuncia, contemplado que actualmente “debo contar con custodia policial en mi domicilio particular”.
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