Mientras Jalile reclama a la provincia que el municipio "no tiene plata para pagar" a supuestos proveedores que van a cobrarle, a empleados, y además, que no tiene dinero para la ejecución de obras, curiosamente (el mismo intendente) se aumentó su sueldo al 90% de lo que es tope en el escalafón provincial ministerial.
Esta medida impacta automáticamente a sus funcionarios que pasarían a cobrar arriba de los $18.000 mensuales, en algunos casos superando el sueldo de los concejales. Todo esto, mientras los empleados del municipio chacarero cobran sueldos muy bajos que no superan el salario mínimo vital y móvil, ya que el promedio ronda de entre $5500 a $6400, a la par que han denunciado maltratos, y por ahora ninguna autoridad municipal, ni provincial, ni menos la justicia a tomado la decisión de rever la cuestión de los maltratos. Por otra parte es sabido que Jalile tomó como medidas últimamente, quitar un premio de $2000 a los empleados más antiguos, este incentivo fue para mejorar la calidad remunerativa de los empleados con más años de servicio durante la gestión Soria.
Jalile nuevamente se baña de un doble discurso, "no hay plata", pero, se aumenta de forma exagerada el sueldo, y el de sus funcionarios, entre los cuales se encuentra su propia familia.
Así el vecino contribuyente de Valle Viejo que ahora paga más por un carnet, una multa, o un servicio(al pagar sus impuestos) también paga más porque debe alcanzar para que el ejecutivo municipal pueda pagar el sueldo de sus funcionarios y está de más decir, familiares.
Todo sigue igual en Valle Viejo, calles rotas, sin obras, sin cloacas, bacheos sin sentido(ya que las los bacheos forman pozos), sin soluciones estructurales, mucho humo, mucho ruido y pocas nueces. Después de la salida de Natalia Soria (que había prometido ser el cambio y no sucedió) se queda un Jalile que se va a jubilar como político, casi 30 años viviendo de Valle Viejo. Y Valle Viejo, sigue igual.
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