Los acuerdos salariales son fundamentales para poder garantizar el bienestar de los trabajadores de todo el país, aquí, nos ocuparemos un poco de Valle Viejo. Solo por dar tres ejemplos de municipios que han estado en una grave crisis después del cambio de gobierno de sus respectivas gestiones:
Después del encumbrado Quintar, Fiambalá cerró con los gremios ATE y UPCN, un acuerdo de incremento salarial para los trabajadores municipales del 26%. Después del casi encumbrado Humberto Valdéz, el polémico Guillermo Ferreyra cerró un acuerdo salarial con fondos propios por un 27%, más el pago de una suma fija de mil pesos por única vez(premio). Mientras que en El Rodeo se otorgó un premio de $1.000 por única vez y un aumento salarial de un 30% en dos pagos, el primero en el mes de junio para pagar en julio, y el segundo en septiembre para pagar en octubre. Prácticamente todos los municipios tienen ya un acuerdo cerrado, la excepción es nada más ni nada menos que: el municipio de Valle Viejo a cargo macrista-radical Gustavo "Gallo" Jalile ¿Porqué? Si fuésemos cautos, podríamos aseverar que desconocemos la situación por la cuál Jalile, entre estas problemáticas, no soluciona nada. Es que Jalile ni siquiera puede solucionar conflictos con sus propios funcionarios, quiénes son aplastados bajo los gritos de Jalile a voz de mando "quiero que corran más empleados(y esto es lo más suave)", o más bien delegar responsabilidades a abogados que corren riesgo de perder su matrícula por las irregularidades a los que son sometidos bajo los caprichos del intendente Jalile. Diría Fidel Saenz "desconocemos porqué el intendente tiene siempre estos problemas", pero no compartimos lo del subsecretario de Asuntos Municipales, ya que el problema de raíz, no es político por político, sino lo político por ¿Vicioso? No es invento, hace poco otro diario digital daba a conocer la noticia de que a Jalile verdaderamente "si le cierran los números para pagos y aumentos", aunque él no lo reconoce. Pareciera que Jalile quiere que el gobierno provincial se termine ocupando de todo Valle Viejo y olvida que debe responsabilizarse como intendente. Valle Viejo se sigue debatiendo entre si se tapa o no un pozo, o si se sigue utilizando bacheos -cuando en realidad el actual intendente en campaña prometió el asfaltado total de las calles- a modo de paños de agua fría, sin solucionar el problema de fondo. Mientras tanto Valle Viejo sufre una de las crisis educativas más largas y dañinas desde el surgimiento del SEM (Sistema Educativo Municipal), docentes siguen cobrando mal, y empleados, ni hablar. Parece que Jalile descansa tranquilo, no suma, no hay acción, no hay forma, en definitiva, Valle Viejo está inundado en una crisis que el actual ejecutivo municipal no tiene las ganas ni la capacidad -al menos por hoy- de afrontar.
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